La tarea fue ardua y hubo que enviar a reconstruir la pieza dañada. Luego, su colocación y calibración estuvo a cargo de uno de los integrantes de nuestra institución, Vito Ceschín. Tras varios días logró volver a darle vida a esta obra artística que fue un regalo hecho a la ciudad entera por parte del sanrafaelino Héctor Gutiérrez Forsat.
Forsat es un especialista en la gnomónica, que es el arte de hacer relojes de sol. En su ciudad y localidades vecinas son varios los lugares donde se puede apreciar su arte. Cada uno de ellos, como el de Allen, es una obra única e irrepetible, ya que se hace con las coordenadas precisas del lugar donde se emplazan. Nos la regaló para nuestro centenario y lamentablemente en dos oportunidades fue el blanco elegido por los vándalos. Ahora luce una vez más como cuando fue instalado.
