En este espacio que hoy elegimos para recordar hay lugares para la memoria pero no para el olvido.
Hay espacios que convocan y el tiempo pasa pero el mismo espacio sigue convocando a vecinos/as, un Pascual Quesnel eligió este lugar para instalar su campamento que trazó la ciudad de Allen y el Ferrocarril Sud asentó esta estación en el mojón del Km 1172 señalado a unos metros de este lugar que hoy elegimos para reunirnos, es decir, para volver a unirnos.
El Museo es un espacio para devolver la vida ¿cómo? Con el recuerdo, atendiendo a lo que sabemos que significa, “volver al corazón el pensamiento”, pero más aún, hacer que corazón y pensamiento se unan en el presente para darle un nuevo nacimiento a lo que se memora.
Por eso hoy conmemoramos el primer día en que nuestro querido Hospital abrió sus puertas al público, a un amplio público, el de la región norpatagónica.
Pero no lo queremos hacer como un correlato de hechos institucionales sino como un relato de la gente. Y cuando decimos gente, decimos pueblo, decimos común, decimos nuestro hospital el que nos acompañó y al que queremos seguir acompañando, porque el hospital es quien nos socorre, quien nos recibe en su casa, quien hospeda a quien lo necesita, de esa idea nació el concepto de hospital, por eso, esta propuesta de hoy es para que lo hospedemos en nuestro corazón y lo acompañemos en su presencia.
El Hospital Común Regional de Rio Negro en Allen Ferrocarril Sud, ese era su nombre completo, fue pensado, gestado y levantado entre 1912 y 1916 pero concluido y con sus puertas abiertas para recibir a tantos y tantas que necesitaban de él, un 15 de febrero de 1925. El Dr. Domingo Cabred, no solo un profesional de la medicina sino un trabajador a tiempo completo, Presidente de la Comisión de Asilos y Hospitales Regionales, presentó así a nuestro Hospital, en su discurso de inauguración:
“…ubicado el hospital en la región más poblada, de más porvenir y la mejor servida de trenes del territorio”…”
“…con cinco pabellones (…) distribuidos (…), para enfermos de ambos sexos, para investigaciones científicas y morgue, para lavadero y desinfección, para cocina, para caballeriza y cochera…”
“…con capacidad para 100 enfermos, con servicio de clínica médica, de clínica quirúrgica, de maternidad, de niños, de consultorios externos, de adaptación y consolidación hasta llegar a 250 lechos…”
“…con beneficios para 20 000 habitantes que conforman el 40% de la población total del Territorio…”
Y también trazó sus buenas intenciones:
“…formulo votos sinceros porque este hospital llene ampliamente y sin tropiezos los altos propósitos que se han tenido en vista para su creación…”.
El Libro copiador titulado Memoria del Movimiento habido desde 15 de febrero al 31 de diciembre 1925 divide un informe entre la atención médica a hombres y mujeres que señala: un resumen de 604 enfermos/as internados/as, 60 enfermos/as operados/as, 12 partos y 9 nacimientos, enfermos/as atendidos/as en consultorio externo 1009, 48 enfermos/as fallecidos y 3782 formulas despachadas por la farmacia. Dan certeza de esta información: el Medico Director Dr. Ernesto Accame, Médico Interno Dr. Miguel Coquet, Químico Farmacéutico Sr. Pedro Silveyra, Ecónomo Contador Sr. Samuel Douglas Price, Secretario Estadístico Sr. Félix Cantón, Dactilógrafo Sr. Luis A. Grieco.
La primer hoja del Libro de Registro Diario nos cuenta que la paciente con el Nº de orden 01 fue la Sra. Francisca M. de Cummaggi, de 30 años, italiana, con domicilio en Allen. Y continúan en el listado personas provenientes de Gral. Roca, Cte. Cordero, Mencue, Cinco Saltos, Piuquemillo, Ramón Castro, Cipolletti, Ing. Huergo, Cinco Saltos, Plotier, Las Lajas, Neuquén, con pacientes entre 14 y 65 años.
Queremos hoy sostener nuestro homenaje en el tiempo por cada trabajador y trabajadora que fueron y son parte del hospital, no hay nombres, hay presencias, no hay singular, somos el plural de un colectivo humano que cuida a su hospital como él nos cuidó y nos cuida a nosotros/as y sostenemos que el compromiso es el de la unión que nos asemeja, que no nos diferencia.
Compromiso es escuchar testimonios, hoy representados por tres de su enfermeras pero sin olvidar que son tantos y tantas y en ellas vemos a cada una/o en su rol, con el respeto por sus funciones y la responsabilidad de cada uno/a en su cargo desde quienes lo han dirigido hasta quienes limpiaron sus pasillos.
Compromiso es escuchar el pasado y el presente de quienes conforman la Cooperadora que ha sostenido a lo largo del tiempo su labor para proveer de sábanas como de tantos otros elementos que figuran en su inventario anual.
Así como la historia del Hospital hoy es transmitida en una breve síntesis de ese su primer día, por este Museo que siempre estuvo acompañando a su reconocimiento, nos sumamos a Proyecto Allen y al Sr Balmaceda en la búsqueda de la historia que nos identifica como pueblo y como región.
Con nuestro corazón conmovido por la emoción, con la certeza de que el camino siempre existe cuando es fraterno y cuando nos sentimos comunidad, agradecemos a todos y todas los que como dijo Don Cabret creyeron en un porvenir y formularon votos sinceros para avanzar sobre los tropiezos porque de eso se trata, de creer.
Laura Silenzi, 15 de febrero de 2025